martes, 26 de marzo de 2013


Corro por el pasillo,
salgo a la calle
y ya no estás.
Has desaparecido
como la imagen onírica
de la amada
al despertar
en la cama vacía.
Olfateo tu aroma.
Huelo el aire fresco
del suelo mojado
por la lluvia reciente.
Y no te veo.
Sigo tu estela,
predecible camino
por el que has pasado.
Y ya no estás.
Me queda tu recuerdo,
el saber que fuiste,
que estuviste junto a mí.
Aún tengo tu olor
en las plamas de mis manos,
en los pliegues de mi cuello,
en la base de mi nariz.
Aún tengo tu sabor
en los dedos de mis manos,
en el filo de los dientes,
en la base de mi lengua.
Pero ya te has ido.
Y cierro los ojos
que no te encuentran
y te veo sonreir,
agitar tu pelo negro
para colocarte el jersey
y encuentro a los tuyos,
brillantes al mirarme,
alegres de pasión.
Y ya sé que estás
que siempre estarás
si no junto, en mí.

Ilusión

lunes, 25 de marzo de 2013

Tu montaña

Asciendo tu monte por los pliegues de las faldas mientras el viento sur me susurra al oido palabras prohibidas. A medida que el camino se hace senda me interno en el bosque. Las encinas se acercan a mi paso y estrechan mi andar. Aquí el suelo es húmedo, la floresta así lo quiere; el aire es fresco como mi alma reclama. Me acerco más y más, a tu más íntimo secreto.

Llego a ti, con el corazón en la boca, el palpitar en las sienes y las manos en otros menesteres. 
Busco de día, busco en tinieblas, busco el momento ese en que tiemblas;
el momento en que mis labios saborean almendras, duras y saladas
y mientras  mi lengua humedece mis labios y te muerdes el inferior con dolor,
mi pensamiento va a otros lugares, en busca de otras realidades.

Esos ojos verdes a los que miro, mientras mis dedos buscan otra cosa:
recónditos espacios, oscuros rincones, escondidos entre tus pliegues;
mientras nuestras lenguas se entrecruzan, húmedas en tu boca, de labios carnosos...

Deseando retener en mis pupilas el momento en el que un halcón bate las alas rompiendo el cielo, cortando el aire, intentando captar el instante mismo que pasa en tus ojos cuando gimes, cuando me acogen tus labios carnosos, cuando el placer lo es todo, cuando todo tú eres generosa. Generosas, cálidas y húmedas tus cuevas. Las cuevas de tu montaña.


martes, 12 de marzo de 2013

Desde el principio de los tiempos te amo.
En los albores de la historia ya te amaba.
Desde el primer sorbo de leche materno te ansié.
Mi primera ráfaga de aire fresco me trajo tu olor.
Sin saber de tu existencia te buscaba.
Y cuando te encontré sabía que era tuyo.
No puedo dejarte pues vivo en ti.
No puedo olvidarte pues eres mi aliento.
Si descansas, duermo, 
si despiertas, me revuelvo inquieto.
Cuando lloras se me cierra el alma.
Cuando ríes, allí donde sea, soy feliz.


viernes, 8 de marzo de 2013


Con tus manos jugando en mi cuerpo,
con mi boca jugando en tu piel,
somos dos sintiéndonos uno,
somos dos haciendo el papel,
de chiquillos descubriendo ansias,
ansias de hacerlo otra vez...
Deseos inevitables,
caricias hasta el placer,
suspiros indescifrables,
y difícil de entender,
que rápido del alma al cuerpo,
que fácil volver otra vez,
que sencillo amarnos tanto,
si pudieran entender,
que es virtud más que un encanto,
que es amor más que el placer...


Ajeno

martes, 5 de marzo de 2013

Princesa

Creo. 

Creo en brujas y en hadas. 

Creo en espíritus del bosque, 

en elfos, en duendes. 

Creo en princesas y sapitos. 

Siempre que te vea 

recordaré todo lo que creo.

El Cuento


        Fue un cuento. Precioso, pero un cuento. Sabíamos que lo era mientras nos perdíamos en sus renglones, mientras pintábamos en los bordes de sus páginas. Sabíamos que lo era al pensarnos princesas y sapitos a los que desencantar. Pero despertamos. Y cuando lo hicimos tomamos conciencia de la realidad: ninguno iba a seguir leyendo. Ya teníamos otro cuento en otra estantería: descosido, con las hojas dobladas para recordar un renglón, con anotaciones al margen... y un amplio índice. Además nuestros cuentos cuentan con muchos ejemplares de la misma colección: están en la solapa de la contraportada, en las ropas de los personajes, en el color de la pasta.
       Y decidimos no seguir pintando sus hojas, no pasar a la siguiente página. Y era cabal y lícito. Era lo correcto. No abandonar un cuento a medio leer por otro justo empezado, por muy bonito que pareciera. Podemos guardarlo cerca: en la mesilla, en la mochila del trabajo, en el bolso de entre-semana... pero sabemos que el nuestro es el otro. Y siempre queda la duda de la siguiente hoja, la ansiedad del qué pasará... pero decidimos que este cuento no era el cuento.
       Habrá que leer otro. Otro que permita compaginar con los que tenemos ya abiertos. Otro que nos permita no confundir las historias. Otro que nos enriquezca como personas... las que somos, sin necesidad de reinventarnos. Que nos acompañe en tardes de soledad, que nos ayude en momentos difíciles, que nos enseñe a pasear por ciudades imaginarias que no estén descritas en ningún otro. Que teja una historia bonita, pero otra. Otra portada, otro índice. 

domingo, 3 de marzo de 2013





Abrázate a la almohada que yo estaré siempre debajo de ella,
y si en mitad de la noche te despiertas, sábeme despierto en ti.
Somos un corazón,
un único corazón (repartido por diferentes sitios)
que late al unísono.


Los dos sabemos que

es todo lo que nos podemos dar

viernes, 1 de marzo de 2013


Soledades de Mario Benedetti


Ellos tienen razón
esa felicidad
al menos con mayúscula
no existe
ah pero si existiera con minúscula
seria semejante a nuestra breve
presoledad

después de la alegría viene la soledad
después de la plenitud viene la soledad
después del amor viene la soledad

ya se que es una pobre deformación
pero lo cierto es que en ese durable minuto
uno se siente
solo en el mundo

sin asideros
sin pretextos
sin abrazos
sin rencores
sin las cosas que unen o separan
y en es sola manera de estar solo
ni siquiera uno se apiada de uno mismo

los datos objetivos son como sigue

hay diez centímetros de silencio
entre tus manos y mis manos
una frontera de palabras no dichas
entre tus labios y mis labios
y algo que brilla así de triste
entre tus ojos y mis ojos

claro que la soledad no viene sola

si se mira por sobre el hombro mustio
de nuestras soledades
se vera un largo y compacto imposible
un sencillo respeto por terceros o cuartos
ese percance de ser buenagente

después de la alegría
después de la plenitud
después del amor
viene la soledad

conforme
pero
que vendrá después
de la soledad

a veces no me siento
tan solo
si imagino
mejor dicho si se
que mas allá de mi soledad
y de la tuya
otra vez estas vos
aunque sea preguntándote a solas
que vendrá después
de la soledad.


La renuncia (Ella)



Y cómo decirte...
que me duele el alma de tanto quererte...
que renuncio a tus besos y a tus caricias...
que no renuncio a tu cariño, a tu amor y a tu amistad...
que me arrepentiré toda la vida de esta decisión, lo sé.
que en ti he encontrado el AMOR, así, en mayúsculas...
que nunca nadie me ha hecho sentir así...
que nunca nadie me ha querido así...
que contigo he descubierto que los cuentos son verdad...
que he encontrado a mi príncipe...
que me he sentido una princesa...
que no quiero perderte...
que te necesito en mi vida...
que eres la persona más maravillosa que he conocido...
y por eso lloro.
lloro por no poder quererte todo lo que querría...
lloro por no ser más valiente...
lloro porque renuncio a lo mejor que me ha pasado en la vida...
lloro de rabia de impotencia, de dolor...
lloro de AMOR, así, en mayúsculas...
pero confío
confío en ti, y en mi...
confío en que algún día nos riamos de esto...
confío en que esto sea lo mejor para los dos...
confío en nuestra amistad por encima de todo...
confío en tenerte a mi lado siempre..
y confío en que este dolor se convierta en alegría...
alegría de tenerte...
alegría de quererte...
...SIEMPRE.
TE QUIERO MI REY...SIEMPRE.
Llorar no arregla nada, pero a veces sirve para aliviar el ahogo del corazón. Son las lágrimas el agua que marca el límite del embalse, el aliviadero del alma, la salvación de la razón. Son las lágrimas el sabor de la vida, cuando nos muestra lo que da, lo que quita.