Ayer
te tuve muy presente.
Nuestra
prolongada ausencia
me
hizo pensar en tu cumpleaños,
en
el detalle preciso
para
dibujarte una sonrisa,
en
la estrella
que
iluminase tu penumbra,
en
la impotencia que confiere la distancia…
Paseaba
por un bosque.
Un
bosque húmedo, acogedor
un
bosque en brotes,
esperanza de vida
lujuria
del renacer
Y
al ritmo de mis pasos
entonaba
tu canción.
canción
linda que acunaba mis caderas
aliviaba
el camino,
hablaba
de alegría, de pasión…
Y en un instante paré:
cerré
los ojos y respiré;
y
oí el trino de los pájaros,
a
mi alrededor,
te
trajo junto a mi
y
reconfortó mis oídos;
y
la brisa ululante entre los árboles
me
rodeó,
suave
caricia de tu pelo
en
mi rostro, en mi nuca...
la
frescura de tu perfume
embriagando
mis sentidos...
la
soledad del bosque
me
trajo tu compañía….
Seguí
caminando,
canturreándote,
tristón,
sin
saber cómo agradecerte,
en
el día de tu cumpleaños,
la
dicha que me regalas.