Recorro pasillos con paso firme, formal, marcial, profesional... mientras mi mano acaricia tu amor escrito en mi bolsillo, brisa de aire que me ilumina el rostro, me dibuja la sonrisa que me alegra la vida mientras descuento los latidos que uso hasta que llegue el instante en que te vea de nuevo, el instante de sentirte junto a mí, de rodearme de tu olor, de aspirar el máximo posible para tenerte dentro de mí...
Así no es viable consulta alguna: cualquier pregunta lleva implícita la única respuesta de vivir junto a ti; dependo de tus olores, de los brillos de tu pelo; el recuerdo de tus pasos marca la ruta que recorro, las paradas a la entrada de cada estancia esperando encontrarte tras la puerta; ya sé que no estás pero aún así voy. Mi hombro descansa en el marco de cada umbral que traspasas recordando tus estancias...
Tal vez no sea amor, quizás solo sea dependencia, anhelo, nostalgia, sed de ti.