Tesoros

A veces, unas pocas, en nuestro caminar por el mundo de las personas y las relaciones, encontramos un tesoro. Es un gran tesoro que brilla. Tal vez no lo habíamos visto antes, pero a medida que lo miramos, nos acercamos y volvemos a mirar tomamos conciencia de lo que tenemos delante. Pensamos y no podemos creer lo que se nos ofrece: es bello, incluso el envoltorio, y está para nosotros. La avaricia nos dice que debemos poseerlo, que debe ser nuestro, que sólo nuestro… Analizamos sentimientos, emociones, imaginamos situaciones…. Pero es un tesoro por el lugar del que viene, por la historia que contiene, por las otras personas que antes la eligieron y ella hizo lo mismo… Es un gran tesoro que se te ofrece pero que si lo guardásemos en nuestra caja fuerte dejaría de inundar el mundo con su luz. Sería un tesoro preso en nuestra oscuridad que no brillaría para nadie. Es mejor cuidarlo y alimentarlo para que siga siendo lo que es, mejorado con lo bueno que le aportemos y nos sirva para reflejarnos en su belleza y otros también nos puedan descubrir a nosotros.