sábado, 9 de febrero de 2013

Mi sitio


No tengo miedo a no poseerte; ni a recorrer tu cuerpo, ni a sentir tu calor… porque eso no lo tengo y no puedo perderlo.
No tengo miedo a tus amores, a tus deberes, a tus silencios… porque son tuyos y no debo conocerlos.
No envidio tus momentos, tus encuentros, tus secretos con otros… porque llegué tarde para evitarlos.
Sólo temo ir mendigando a las calles tu presencia, no encontrar el rincón que tienes vacío, sin inclino, y del que soy digno.
Adecéntalo, quítale el polvo, levanta un palmo la persiana… y viviré feliz los momentos que le correspondan.
No puedo ofrecerte lo que ya sabemos, de la misma forma que tú no puedes dármelo, pero no te lo pido, sólo suspiro por no quedar en el camino. Por que tengamos algo que compartir, pequeñito, pero sólo nuestro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario